domingo, 9 de enero de 2011

EMBARAZO Y ALCOHOL

Efectos y consecuencias del consumo de alcohol en embarazadas y nonatos

 El consumo de alcohol y, en especial, el consumo intensivo, producen efectos y consecuencias sobre la población más joven así como sobre el nonato (no nacido) en todas las fases de su desarrollo. Esta afirmación se basa en una evidencia científica cada vez más precisa y abundante, sobre la relación entre el consumo de alcohol y numerosos perjuicios sobre la salud de la embarazada, el nonato o el joven así como repercusiones en su desarrollo social.
La infancia y la adolescencia, al igual que la etapa de desarrollo embrionario y fetal son etapas en las que existe una enorme vulnerabilidad a todo tipo de estímulos con potencial para modificar tanto los procesos orgánicos como los relacionados con el comportamiento.
En cuanto al consumo de alcohol en embarazadas, existe evidencia clara sobre su capacidad de producir malformaciones, de interrumpir o alterar el desarrollo del embrión o del feto en cualquiera de las etapas de la gestación.
El alcohol aumenta el riesgo de:
  • Aborto,
  • Retraso y bajo peso al nacer.
  • Malformaciones congénitas del recién nacido.
El consumo de alcohol produce efectos tóxicos sobre el cerebro, especialmente durante aquellas etapas de la vida en las que su maduración no ha sido completada: periodos embrionario, fetal, infancia y adolescencia.
Durante la gestación, el alcohol pasa a través de la placenta hasta el feto. En el periodo de lactancia, incluso pequeñas cantidades de alcohol llegan a la leche materna y pasan así al bebé, provocando a menudo daños irreparables.
La información científica no garantiza un nivel seguro de consumo de alcohol, por lo que el único consumo seguro es el consumo cero.
El cuidado de la salud de tu bebé empieza cuidando de la tuya y adquiriendo buenos hábitos que reduzcan todos los riesgos.
El alcohol es causa directa del Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), que engloba:
  • Retraso del crecimiento,
  • Afectación del sistema nervioso central
  • Malformaciones faciales características.
El SAF es la causa más frecuente de retraso mental de origen no genético. Su prevalencia es de 1-3 por mil recién nacidos, aunque se estiman cifras más altas cuando se incluyen muchos otros casos que se presentan con sintomatología incompleta y otros que no se diagnostican hasta meses y años después del nacimiento.



Algunas de las manifestaciones del SAF son alteraciones de:
  • La conducta,
  • los procesos de memoria.
  • El aprendizaje y la planificación.
  • La función motora.
Además, durante la infancia y la adolescencia aumenta el riesgo de:
  • Consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas.
  • Desarrollo de actividades delictivas y de convertirse en adultos dependientes.
El consumo de alcohol durante el periodo gestacional es, por tanto, responsable de una enorme carga de daño para la salud física y social del individuo, de su familia y de la sociedad en general, que es enteramente prevenible. El conocimiento actual no permite establecer la existencia de un umbral seguro para el consumo de alcohol en mujeres embarazadas por lo que debe recomendarse no consumir alcohol tanto durante el periodo preconcepcional, como durante la gestación y la lactancia.

Campaña 2010  del Ministerio de Sanidad, Política Social e igualdad





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